Las arrugas en el cuello no significan un peligro para tu salud, pero sí que pueden afectar tu apariencia y, en consecuencia, tu autoestima. Es por eso que encontrar una solución rápida y segura, es lo ideal para acabar con estos rasgos antiestéticos en tu piel.
Por suerte, en Centro Médico Rusiñol, clínica de medicina estética situada en Madrid, contamos con tratamientos para acabar con las arrugas en el cuello de los que hablaremos a continuación.
Para nadie es un secreto que el cuello es de las áreas más vulnerables al paso del tiempo. Esto se debe a que la piel de esta zona es más delicada y además, mucho más delgada que la del resto del cuerpo. Sin embargo, este no es el único factor que interviene y acelera el envejecimiento.
En ocasiones, la perdida de hidratación natural de la piel o algunos malos hábitos también pueden propiciar la aparición de arrugas en el cuello. La falta de hidratación, demasiada exposición solar, pocas horas de descanso e incluso fumar, son hábitos que pueden afectar a tu piel de forma nociva.
En Centro Médico Rusiñol contamos con tratamientos especializados para tratar los signos de envejecimiento y atenuar las arrugas en el cuello.
El tratamiento a través de hilos tensores consiste en la implantación múltiple de minihilos de Polidioxanona (PDO) que produce un efecto tensor inmediato tras su aplicación siendo su efecto tensor definitivo a los 2 meses de su aplicación debido a que induce la producción natural del colágeno tipo I y III, mejorando así los tejidos, la firmeza y consistencia de la piel.
El peeling es un tratamiento estético que emplea una sustancia química para exfoliar la piel. Además, es ideal para eliminar las arrugas y estimular la producción de colágeno y elastina. En Centro Médico Rusiñol, empleamos la combinación de Fenol con TCA (Tricloroacético) una ambas sustancias capaces de devolverle la firmeza y elasticidad a tu piel que creías perdida.
La bioestimulación con factores de crecimiento es una técnica que utiliza la sangre del propio paciente para regenerar los tejidos. Así, se consigue un aumento de firmeza y tonicidad de la piel, además de retrasar los efectos del envejecimiento de forma natural.
Por último, pero no menos efectivo, se encuentra la aplicación de ácido hialurónico. Un tratamiento perfecto para atenuar las arrugas y disimular las cicatrices, logrando un efecto de rehidratación en la piel.
Cualquiera de los tratamientos anteriores, es ideal para favorecer la producción del colágeno y la elastina en la piel. Como resultado, son capaces de crear un efecto de tensado, hidratación y rejuvenecimiento en la dermis. Es recomendable cada cierto tiempo nuevas sesiones que permiten continuar con los resultados.
