En estos tiempos no hay duda que uno de los grandes problemas estéticos que aquejan tanto a hombres como a mujeres es la flacidez facial. Las personas día a día quieren que sus rostros tengan una figura estética, placentera, un rostro bien definido y que el paso del tiempo sea poco perceptible. Para ello, existen muchísimos procedimientos que ayudan a que este ideal sea posible surgiendo nuevas técnicas con el paso del tiempo, buscando llegar a este objetivo de una forma no invasiva. Es por ello que la idea de los hilos tensores o hilos mágicos es algo revolucionario.
El tratamiento de Rejuvenecimiento Facial con hilos tensores posee un procedimiento único que permite implantarlos de forma subcutánea justo en las zonas donde se desea mejorar el tono muscular, permitiendo eliminar la flacidez cutánea. Esto permite que sea una técnica muy utilizada para la reafirmación del cuello y la definición de la línea mandibular, por lo tanto está teniendo un éxito muy similar al que tuvo el botox en su momento, gracias a que rejuvenece el rostro de forma casi inmediata y es un procedimiento bastante seguro, sencillo, rápido, sin dolor y sin incisiones.
Este tratamiento se realiza con un material biocompatible y reabsorbible que hace su primera aparición en Japón, donde se utiliza como elemento de sutura cardiaca desde hace mucho tiempo, de esta forma se ha podido concluir que es completamente seguro y que no produce rechazo ni alergias. Este hilo tiene por nombre “polidioxanona” y es completamente absorbido a los seis meses.
La implementación de hilos para mejorar el aspecto de la piel no es algo nuevo, anteriormente se utilizaba un tratamiento llamado “hilos rusos”, que consistía en introducir de forma lineal bajo la piel hilos de oro. En este caso, el material provocó muchos casos de reacciones adversas y rechazó generando más investigaciones y en la actualidad la medicina ha logrado desarrollar los materiales que son biocompatibles y permiten un resultado más natural reduciendo efectos secundarios.
Dentro de las principales características de los hilos tensores podemos encontrar que esta técnica no necesita tiempo de recuperación, los pacientes pueden regresar a su rutina de forma casi inmediata sin necesitar cuidados especiales, lo que permite que el paciente no tenga que alterar su cotidianidad, prácticamente carece de efectos secundarios y los resultados obtenidos pueden prolongarse durante un periodo muy largo.
Los hilos tensores son introducidos en el tejido reticular que está formado por el colágeno y elastina, es este el que une la dermis al tejido muscular y es la zona que se ve afectada por la flacidez. Son los mismos hilos tensores los que estimulan la formación del colágeno y elastina y ayudan a reafirmar la piel, además aumentan el riego sanguíneo y estimulan los canales linfáticos, permitiendo la movilización de la grasa localizada.
Se puede decir que los mejores candidatos para este tratamiento son aquellas personas que están entre los 30 y 60 años de edad y que han comenzado a notar la piel un poco floja en cara o cuello. Si los signos de edad son relativamente mínimos, el procedimiento con el hilo tensor será una muy buena forma de mejorar el rostro y de paso se evitan posibles efectos secundarios o cicatrices que son fáciles de encontrar después de procedimientos quirúrgicos más invasivos.
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