El bótox maxilar es una técnica empleada en tratamientos de medicina-estética para tratar el bruxismo. El bruxismo es el movimiento involuntario de los músculos de la mandíbula, que suele ocurrir más frecuentemente durante el sueño. En ese momento, se produce lo que conocemos como “rechinar los dientes”, es decir, se aprieta la mandíbula más de lo normal. Una de sus causas está asociada al estrés.
En Centro Médico Rusiñol, clínica de medicina estética en Madrid, te explicamos en este artículo en qué consiste el bótox maxilar para tratar el bruxismo y cuánto dura.
La aplicación del bótox para el bruxismo tiene una función de tratamiento sintomático, es decir trata la hipertrofia del músculo masetero debido a la excesiva contracción del músculo por distintas causas entre ellas el estrés, ansiedad, etc. Es un
tratamiento ambulatorio, poco invasivo y una de las técnicas más efectivas.
Tras la correspondiente evaluación del paciente, el profesional estimará cuántas unidades de bótox serán necesarias.
Con respecto a su duración después de la aplicación, el tiempo estimado oscila entre los 4 a 6 meses según el paciente. Terminado este período, es recomendable repetir el tratamiento según el caso.
La sesión dura aproximadamente 30 minutos. Se utilizan microinyecciones para aplicar la toxina botulínica en el músculo masetero. El efecto que sentirá el paciente es una relajación de los músculos tensos que provocan el bruxismo.
Es importante aclarar que la aplicación del bótox maxilar contra el bruxismo no afecta la capacidad de masticación. Ahí está la pericia del médico estético en valorar la dosis de toxina botulínica a aplicar (bótox) que sea la adecuada para relajar el músculo pero no tanta como para impedir la masticación.
El tratamiento con inyecciones es totalmente indoloro. Es un procedimiento ambulatorio y mínimamente invasivo, por lo que el paciente no requiere ninguna recuperación especial y puede continuar su vida con normalidad.
El bótox está compuesto por una neurotoxina producida por una bacteria con muchas propiedades beneficiosas, si se aplica adecuadamente tanto para tratamientos estéticos como para el cuidado de la salud (como jaquecas, migrañas, distonías etc.).
Uno de los beneficios del bótox maxilar para el bruxismo es que se encarga de relajar la acción muscular del masetero, evitando su hipertrofia y el desgaste de los dientes o rotura de los mismos así como evita dolores de cabeza debido a la tensión muscular en el área de cierre mandibular (masetero y músculo temporal de la cabeza). También tiene un uso más estético, para tratar las arrugas de expresión, debidas a gesticulación.
El bótox maxilar para el bruxismo es una técnica más efectiva. En cuanto a los resultados son casi inmediatos, ya que sus efectos pueden notarse a los 3 días y el resultado total se aprecia a los 10 o 15 días aproximadamente después de su aplicación.
Pueden surgir dudas en cuanto a si la aplicación de bótox tendría efectos secundarios a nivel estético en el rostro. Debemos destacar que el objetivo de las infiltraciones de bótox maxilar para el bruxismo no es alterar las facciones. Aunque tras un tiempo, al reducir la tensión del músculo masetero, puede provocar la reducción de su volumen. Es decir, un leve afinamiento del rostro.
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