Vitamina C: ¿Qué es y para qué sirve?

El organismo humano es una estructura compuesta de diversos aparatos y sistemas que, para su correcto funcionamiento, necesita de una serie de nutrientes en cantidades específicas. En este sentido, existe un bloque de vitaminas esenciales para nuestra vida, pero … ¿conocemos la vitamina C y para qué sirve?

Como personas responsables de nuestro propio bienestar, estamos obligados a manejar información básica sobre temas fundamentales para nuestra salud, pues, a partir de un buen estado orgánico, tendremos calidad de vida, energías y ánimo para desenvolvernos en nuestras tareas.

Podemos comenzar por conocer qué significa la vitamina C en este abanico de nutrientes, cómo se obtiene en cantidades suficientes, los efectos de su carencia y qué beneficios tiene para la cara y la piel en general.

¿Qué es la vitamina C?

La vitamina C, llamada también ácido ascórbico o ácido dehidroascórbico, es un micronutriente hidrosoluble; es decir, capaz de disolverse en agua; diferenciándose de aquellas vitaminas liposolubles o disueltas en grasas.

Se definen como coenzimas que tienen la función de catálisis para la absorción de otros nutrientes. Sin la presencia de la vitamina C en el organismo, este proceso de absorción no puede llevarse a cabo.

Es absolutamente necesaria para el crecimiento y desarrollo del ser humano. Sus cantidades sobrantes o innecesarias son expulsadas del cuerpo a través de la orina. Por ello, es tan importante no dejar de consumirse en alimentos y medicamentos para evitar que deje de estar presente en el organismo.

¿Para qué sirve?

Sus funciones son muchas, pues de forma directa o indirecta, cumple un trabajo esencial importancia en el correcto funcionamiento de los órganos del cuerpo. A continuación, vamos a mencionar algunas de las más importantes:

  • Sirve para reparar y mantener el cartílago, el sistema óseo y la dentadura.
  • Interviene en la absorción del hierro, entre tantas otras sustancias fundamentales.
  • Ayuda en el crecimiento y reparación de los tejidos del cuerpo, por lo tanto, está presente en la producción de la piel, los tendones, ligamentos y vasos sanguíneos.
  • Es un antioxidante capaz de bloquear parte del daño causado por los radicales libres que se producen en el proceso de descomposición de alimentos ingeridos, también, por la exposición del tabaco o la radiación, cuyos efectos negativos se relacionan con el envejecimiento prematuro, enfermedades como cáncer, cardiopatías y artritis.

Cómo se obtiene suficiente vitamina C

El cuerpo y su sistema no producen vitamina C, tampoco la almacena. De ahí la importancia de cumplir una dieta diaria, con alimentos que contengan estos micronutrientes. En el caso de fumadores activos o pasivos de cualquier edad, se debe elevar la dosis diaria a 35 mg adicionales y si, además de eso, se encuentran en estado de lactancia, la cantidad de vitamina C debe incrementarse aún más.

La dieta diaria a la que hacemos referencia, debe incluir al menos las frutas más ricas en vitamina C tales como: Melón, mango, papaya, fresas, sandía, piña, kiwi y todos los cítricos.

Las hortalizas y verduras crudas que pueden aportar amplias cantidades de vitamina C, son: Pimientos, espinacas, repollo, nabo, coliflor, brócoli, coles de bruselas, patatas, tomates, entre otros.

Algunos productos envasados traen incorporada la vitamina C, pero siempre es preferible el consumo de alimentos y frutas naturales, no industrializados; aquellos que se ingieren crudos conservan la vitamina y otros nutrientes, pues el calor y la exposición prolongada a la luz puede reducir su contenido.

Deficiencia de vitamina C. Efectos

Los excesos de cualquier consumo pueden causar desagradables efectos, pero las deficiencias también. Lo ideal es mantener un equilibrio.

En el caso de la vitamina C existe cierta ventaja y es que, el cuerpo posee un mecanismo que se encarga de expulsar a través de la orina las cantidades innecesarias en el organismo. Sin embargo, algún excedente podría causar síntomas como malestar estomacal.

Un problema más serio es un organismo deficiente en vitamina C. Se le llama también escorbuto y afecta a adultos mayores y desnutridos; pues, pueden verse comprometidas las funciones de los sistemas y aparatos que integran el organismo, produciendose las complicaciones que terminan deteriorando la salud y la calidad de vida. Entre los síntomas más comunes y capaces de encender tus alarmas se encuentran:

  • Anemia y formación de hematomas en distintas partes del cuerpo.
  • Disminución de la capacidad para combatir infecciones.
  • Retraso en el proceso de cicatrización de heridas.
  • Dolor e inflamación de las articulaciones.
  • Encías sangrantes o gingivitis (inflamación de las encías)
  • Debilitamiento del esmalte de los dientes.
  • Sangrados nasales.
  • Piel y cabellos ásperos y resecos
  • Metabolismo lento, aumento de peso y en muchos casos, obesidad.

¿Cuáles son sus beneficios para la cara?

La parte más expuesta de todo el cuerpo humano es la cara; y, por tanto, la que resulta más afectada por los rayos solares y la edad. Aparecen las arrugas, líneas de expresión y manchas y son varios los signos de envejecimiento y razones por las que la piel experimenta cambios. Su tejido pierde progresivamente su capa de grasa subyacente y la cantidad de melanocitos desciende, y en consecuencia, se nota también la falta de melanina.

La vitamina C es un nutriente que garantiza la buena salud de la piel, manteniéndola radiante y fresca. Los siguientes son algunos de los beneficios que aportan a tu rostro:

  • Actúa como antioxidante; su acción consiste en neutralizar los radicales libres que causan el estrés oxidativo en la piel que la envejece de forma prematura; por tanto, también es excelente bloqueador solar.
  • También potencia la producción de colágeno y ácido hialurónico que retrasan la aparición de las arrugas alterando la estructura del cutis.
  • Es despigmentante regula la producción de melanina provocada por la exposición del sol y la que se produce sin la presencia del sol; aportando luminosidad al rostro, al suprimir la síntesis de melanina (pigmentación de la piel)
  • Regula la producción de la grasa facial, sobre todo en la zona T (frente, nariz y mentón).
  • Ayuda a unificar el tono de la piel gracias a su poder de regeneración celular.
  • Combate enfermedades inflamatorias de la piel como el acné y la dermatitis atópica gracias a su poder cicatrizante.

La vitamina C y otras vitaminas son esenciales para la salud facial, por ello, en Centro Médico Rusiñol, clínica de medicina estética en Madrid, apostamos por la Mesoterapia Facial, un tratamiento médico-estético que consiste en un cóctel de vitaminas faciales, aplicando a nivel dérmico una serie de vitaminas, aminoácidos y minerales especiales para combatir el envejecimiento de la piel favoreciendo la formación de colágeno y elastina en la dermis del rostro y potenciando la elasticidad, densidad y firmeza.  

Si te ha gustado este artículo y deseas saber más, no dudes en contactar con nosotros en el 676 043 524.

11/08/2022
POR RUSINOL
ETIQUETAS alimentación natural cuidados de la piel salud
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