La combinación de diferentes ingredientes activos en la rutina de cuidado facial es una práctica común que puede potenciar los beneficios de cada uno, pero también aumentar el riesgo de irritación si no se realiza adecuadamente. Uno de los dúos más interesantes es el ácido azelaico y el retinol, ambos conocidos por sus propiedades para mejorar la textura de la piel, combatir el acné y reducir los signos de envejecimiento. Pero, ¿es seguro combinarlos en una rutina de cuidado facial? ¿Cuáles son las mejores prácticas para usarlos juntos? ¡Descúbrelo a continuación!
El ácido azelaico es un ingrediente activo que se encuentra de forma natural en granos como el trigo y la cebada. Es conocido por sus propiedades antibacterianas y antiinflamatorias, que ayudan a tratar problemas de piel como el acné y la rosácea. Además, actúa como un regulador de la producción de sebo y ayuda a unificar el tono de la piel al reducir las manchas de hiperpigmentación.
Como ya hemos hablado anteriormente, el retinol, una forma de vitamina A, es un activo ampliamente utilizado en la dermatología estética por su capacidad para estimular la renovación celular y la producción de colágeno. Esto lo convierte en un ingrediente eficaz para combatir los signos del envejecimiento, mejorar la textura de la piel y reducir la apariencia de manchas. Sin embargo, el retinol puede causar irritación, enrojecimiento y descamación, especialmente en pieles sensibles, por lo que debe ser utilizado con precaución.
Para aquellas personas que no toleran bien el retinol debido a su tendencia a causar irritación, el bakuchiol puede ser una excelente alternativa. Este ingrediente derivado de plantas ha ganado popularidad por ofrecer muchos de los beneficios del retinol, como la estimulación de la producción de colágeno y la mejora de la textura de la piel, sin los efectos secundarios como el enrojecimiento o la sequedad.
Sí, el ácido azelaico y el retinol se pueden combinar en una rutina de cuidado de la piel, pero es importante hacerlo de manera correcta para evitar irritaciones. Una buena práctica es alternar su uso: aplica el ácido azelaico por la mañana y el retinol por la noche, permitiendo que la piel se adapte a cada ingrediente. Esto maximiza sus beneficios y minimiza el riesgo de efectos secundarios.
El ácido azelaico tiene un efecto calmante y puede reducir la inflamación que el retinol podría causar. Esta combinación puede ser especialmente beneficiosa para aquellas personas con piel propensa al acné o con manchas.
El retinol es un activo potente y, debido a esto, es importante conocer qué otros ingredientes pueden complementarlo o deben evitarse para no irritar la piel. Además del ácido azelaico, algunos ingredientes recomendados que se pueden combinar con retinol son:
Un activo calmante que ayuda a mejorar la tolerancia de la piel al retinol, especialmente en las primeras aplicaciones cuando puede aparecer dermatitis por retinoides. Además, tiene propiedades antioxidantes y despigmentantes, ayudando a igualar el tono de la piel.
Ingredientes como el ácido tranexámico, ácido kójico, ácido fítico y, por supuesto, el ácido azelaico, que ayudan a reducir las manchas sin irritar la piel, haciendo que sean opciones seguras para usarse junto con retinol.
Conocida por su acción antioxidante, la vitamina C puede complementar los efectos del retinol, ayudando a proteger la piel contra el daño ambiental mientras mejora la luminosidad.
Estos ingredientes son fundamentales para mejorar la función de la barrera de la piel, previniendo la deshidratación causada por la pérdida de agua transepidérmica, lo que refuerza la unión entre los corneocitos y protege la piel del posible daño causado por el retinol.
Comúnmente utilizado en cosméticos para reparar pieles dañadas o post-procedimiento, el EGF puede encontrarse en formatos de sérum o ampollas de rescate y ayuda a fortalecer la barrera cutánea y acelerar la regeneración de la piel.
Por otro lado, existen algunos activos que deben evitarse al usar retinol, ya que pueden provocar irritaciones y sensibilización excesiva en la piel:
Al ser exfoliantes químicos, combinar retinol con AHA/BHA como el ácido glicólico puede sobreexfoliar la piel, provocando irritación y deshidratación, especialmente en pieles sensibles.
Este ingrediente, comúnmente utilizado para tratar el acné, puede anular los efectos del retinol y causar una gran irritación cuando se usan juntos.
Los exfoliantes mecánicos pueden irritar la piel ya sensibilizada por el retinol, empeorando sus efectos secundarios.
Antes de comenzar cualquier rutina que incluya ingredientes activos como el ácido azelaico y el retinol, es fundamental realizar un diagnóstico clínico por parte de un médico estético especializado. En Centro Médico Rusiñol, cada paciente es evaluado de manera personalizada para determinar qué combinación de activos es la más adecuada según su tipo de piel y necesidades. Esta evaluación profesional es imprescindible para maximizar los beneficios del tratamiento y minimizar los posibles efectos secundarios.
En nuestra clínica de medicina estética en Madrid, hemos creado el programa Full Face que no solo abarca técnicas avanzadas de rejuvenecimiento facial, sino que también se adapta a las necesidades de cada paciente integrando principios activos como el ácido azelaico, retinol, niacinamida, ceramidas, y otros, para potenciar los resultados. Un enfoque personalizado y supervisado por especialistas que asegura que los tratamientos sean efectivos y seguros.Por tanto, podemos señalar que la combinación de ácido azelaico y retinol es posible y beneficiosa si se hace de manera controlada y bajo la guía de un experto en medicina estética. En nuestra clínica de medicina estética en Madrid, nuestros profesionales te asesorarán para que puedas integrar estos activos en tu rutina de la manera más segura y efectiva.
