Un rostro cetrino se caracteriza por lucir una piel apagada y de tono amarillento. Por lo general, este tipo de rostro puede ser un reflejo de la salud general del paciente.
Existen tratamientos médico-estéticos para combatir este tipo de piel, y a continuación en Centro Médico Rusiñol te contaremos más sobre sus causas y tratamiento.
El proceso que lleva a cabo una piel cetrina se llama glicosilación. A medida que envejecemos, las cadenas de moléculas de azúcar se adhieren a las proteínas de la piel y con el tiempo provocan un tono amarillento. Esto suele ocurrir en pieles más claras y está relacionado con el envejecimiento y la exposición continua al sol.
Pero también se puede producir un rostro o piel cetrina causada por el estilo de vida o factores medioambientales. Entender cuáles son las causas de este tipo de piel, así como tomar las medidas adecuadas, puede ayudar a que la dermis vuelva a un estado saludable.
Un rostro cetrino suele lucir poco brillante y con un tono diferente al color natural de la piel. Carece del brillo y la flexibilidad de una piel sana, y es pálida en contraste con el resto.
Esta palidez puede ser uniforme o irregular, lo que da como resultado un tono de piel desigual. Estos signos aumentan la visibilidad de las imperfecciones y cualquier otra imperfección de la piel que esté presente.
Las causas del rostro cetrino se relacionan con problemas médicos como anemia o deficiencia de vitaminas, o en algunos casos, factores ambientales y estilo de vida como el estrés, mala alimentación o no descansar lo suficiente.
La anemia puede causar una tez amarillenta e incluso pálida. El cuerpo no tiene suficientes glóbulos rojos, por lo que la piel no oxigena suficientemente los tejidos del cuerpo.
Si tu organismo no está recibiendo los nutrientes que necesita, las células de la piel no se reponen. La falta de vitaminas A, B12, C, D o E puede provocar que tu piel se vea pálida.
La falta de agua puede afectar al funcionamiento de los órganos, y la piel no es una excepción. Cuando el organismo se deshidrata, la piel puede lucir pálida y seca. En caso de adultos, debemos de beber 1,5l de agua diarios o lo que es lo mismo, entre 8 y 10 vasos de agua al día para evitar la deshidratación.
El estrés crónico puede afectar también a la salud de nuestra piel. Los periodos prolongados de estrés aumentan la producción de cortisol, incrementando el azúcar en la sangre que suprime el sistema inmunitario. Esto tiene consecuencias directas en el cuerpo, resultando en una piel pálida.
¿Qué tratamientos son mejores para el rostro cetrino?
La mesoterapia facial es una opción ideal para el rostro cetrino, ya que consiste en microinyecciones del complejo bio-activo que van a nutrir a la piel, aportando lo que necesita para favorecer la formación de colágeno y elastina, potenciando la densidad, la elasticidad y la firmeza de la piel.
Este tratamiento médico-estético consiste en la aplicación de vitaminas combinadas con oligoelementos, antioxidantes, aminoácidos, y el protagonista principal, el ácido hialurónico, dando de esta forma a la piel todo aquello que necesita para mantenerse saludable.
A través de la mesoterapia facial aportamos beneficios tanto inmediatos como a largo plazo, ya que no solo elimina manchas, reduce las arrugas, trata afecciones en la piel, sino que, además, contrarresta la deshidratación y estimula la producción de colágeno, que es de gran importancia para la salud de nuestra piel, ya que es uno de los encargados de mantener la elasticidad de la misma, evitando la aparición de arrugas.
Este tratamiento se puede combinar con otros como el peeling facial con el que conseguiremos un tono más homogéneo y ayudará a promover la renovación celular y eliminará las células muertas de la piel y atenuará las decoloraciones y cicatrices.
En Centro Médico Rusiñol, clínica de medicina estética situada en Madrid, tras un diagnóstico previo y análisis de las causas de un rostro cetrino, te pautamos el tratamiento ideal según las necesidades de la piel.
