Es muy común que con el paso de los años aparezcan las ojeras marcadas que pueden ser debidas a diferentes factores como la genética, falta de sueño, mala alimentación, estrés, cansancio, etc. Un resultado que hace que nuestra mirada se vea más triste y con más sensación de cansancio. Por ello, hoy vamos a ver cómo tratar este tipo de ojeras sin cirugía, y cómo es el antes y después de las ojeras marcadas.
Como hemos dicho anteriormente, las ojeras marcadas son más que el reflejo de una noche de insomnio; son el resultado de una combinación de factores que incluyen desde el estilo de vida hasta la genética. Cansancio, estrés, una alimentación no equilibrada, y predisposición genética pueden contribuir a su aparición. Aunque el desarrollo de estas sombras bajo los ojos puede ser consecuencia del envejecimiento en gran medida por la formación de surcos y el desplazamiento de las bolsas de grasa. Este cambio estructural en la zona periocular otorga a la cara un aspecto de fatiga persistente, independientemente de las horas de sueño que hayamos acumulado.
La delicadeza de esta área se debe a varias características únicas de la piel del contorno de ojos. Es significativamente más delgada y frágil en comparación con el resto del rostro, lo que la hace particularmente susceptible a cambios y daños. Además, esta zona cuenta con una menor cantidad de colágeno y elastina, elementos cruciales para mantener la piel firme y luminosa. A esto se suma la reducida presencia de glándulas sebáceas, que resulta en una menor elasticidad y una mayor tendencia a la sequedad.
Todos estos factores hacen que el área bajo los ojos no solo sea propensa a la aparición de ojeras marcadas sino también a que se acentúen con el tiempo. Identificar estas causas subyacentes es esencial para un enfoque de tratamiento efectivo y personalizado, dirigido a no solo mejorar la apariencia de las ojeras sino también a tratar las condiciones subyacentes que contribuyen a su desarrollo.
Además de perder elastina y colágeno, con el paso del tiempo, nuestra piel disminuye también la producción del ácido hialurónico. Por ello, el mejor tratamiento para eliminar ojeras y sin necesidad de pasar por quirófano, es mediante el ácido hialurónico de alta reticulación actuando a través de un enfoque triple para restaurar la vitalidad y la juventud en la zona periocular:
Una de las acciones principales del ácido hialurónico es su capacidad para recuperar el volumen perdido bajo los ojos. Esta sustancia actúa rellenando las áreas hundidas, lo que permite igualar la superficie y darle una proyección más joven y descansada a la zona. Este relleno dérmico es la mejor opción en situaciones donde las ojeras son profundas y evidentes, proporcionando un efecto de rejuvenecimiento inmediato.
Además de reponer el volumen, el ácido hialurónico tiene una capacidad excepcional para retener agua, asegurando una hidratación profunda de la piel. Esta hidratación no solo mejora la textura y la suavidad de la piel, sino que también estimula la producción de colágeno y elastina, esenciales para mantener la piel firme, elástica, y luminosa, contribuyendo a una apariencia más juvenil y saludable.
La infiltración de ácido hialurónico también mejora la coloración de las ojeras marcadas. Al crear una separación entre la delgada piel de la zona y los vasos sanguíneos y tejidos subyacentes, se reduce la visibilidad de la pigmentación oscura que a menudo acompaña a las ojeras, resultando en una apariencia más clara y uniforme.
Siempre antes de cualquier tratamiento, se lleva a cabo un diagnóstico clínico por parte de un médico estético especialista que será quien determinará el protocolo a seguir por cada paciente de forma individual. Hay que analizar cuál es el factor determinante, en este caso de las ojeras marcadas.
El origen de la ojera puede también deberse a otros factores ajenos, como la pérdida de soporte y reabsorción ósea del pómulo. En este caso, la infiltración se debe llevar a cabo en esta zona del pómulo logrando un efecto de relleno muy natural, atenuando la apariencia de las ojeras sin necesidad de intervenir directamente sobre ellas. Este enfoque, conocido como «ojera a distancia», permite recuperar el volumen perdido y, con ello, disminuir significativamente la visibilidad de las ojeras.
Los resultados de tratamientos con ácido hialurónico son inmediatos. Antes del tratamiento, las ojeras marcadas dan un aspecto cansado y envejecido. Después, la zona bajo los ojos se ve más rellena, más jugosa, con un aspecto fresco y rejuvenecido.
La duración de los efectos del tratamiento con ácido hialurónico es de entre 6 y 18 meses. Este rango varía según las características individuales de cada paciente, incluyendo su metabolismo y estilo de vida. El ácido hialurónico es completamente reabsorbible y biocompatible, lo que significa que se integra y se elimina naturalmente con el tiempo. Para mantener los resultados deseados, se pueden realizar ajustes menores conforme el efecto comience a disminuir, asegurando así una mejora continua y adaptada a las necesidades de cada paciente.
Uno de nuestros tratamientos estrella es la Blefaroplatia Sin Cirugía, un protocolo completo cuyo objetivo es rejuvenecer la mirada de forma integral. De esta forma tratamos firmeza, arrugas, bolsas y párpados caídos obteniendo una mirada más amplia y luminosa.
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