¿Sabías que la falta de oxigenación facial puede provocar afecciones como arrugas, flacidez, manchas o acné? El oxígeno es esencial para mantener la salud y la belleza de la piel, ya que participa en procesos como la regeneración celular, la producción de colágeno y la eliminación de toxinas. Sin embargo, con el paso del tiempo, la contaminación, el estrés o el tabaco, la piel pierde su capacidad de oxigenarse correctamente y necesita un aporte extra para recuperar su vitalidad. En este artículo te contamos por qué es importante oxigenar la piel, qué beneficios tiene y cómo puedes hacerlo con los tratamientos médico-estéticos más efectivos y naturales.
La piel es el órgano más grande del cuerpo y tiene varias funciones, entre ellas, protegernos de las agresiones externas, regular la temperatura corporal y eliminar las sustancias de desecho. Para cumplir con estas funciones, la piel necesita recibir oxígeno a través de la sangre, que llega a las capas más profundas de la dermis. El oxígeno es el combustible que permite a las células realizar sus actividades metabólicas y mantenerse sanas y jóvenes.
Sin embargo, hay factores que pueden dificultar la oxigenación de la piel, como la edad, la exposición al sol, la contaminación ambiental, el tabaco, el alcohol, el estrés o una alimentación poco equilibrada. Estos factores provocan que la piel se vuelva más gruesa, seca, opaca y pierda elasticidad y firmeza. Además, favorecen la aparición de signos de envejecimiento como arrugas, líneas de expresión, manchas o flacidez. También la falta de oxigenación hace que pueda aparecer acné, poros dilatados, rojeces o sensibilidad.
Por eso, es importante oxigenar la piel de forma regular, para mejorar su aspecto, prevenir el envejecimiento prematuro y potenciar sus funciones naturales. La oxigenación facial consiste en, mediante diferentes técnicas y principios activos, estimular la circulación sanguínea, la renovación celular, la producción de colágeno y la eliminación de impurezas. De esta forma, se consigue una piel más luminosa, hidratada, tersa y joven.
La oxigenación facial tiene múltiples beneficios para la piel, tanto a corto como a largo plazo. Algunos de los más destacados son:
El oxígeno ayuda a que la piel absorba mejor los principios activos de los productos cosméticos, como las vitaminas, los antioxidantes o el ácido hialurónico, que aportan hidratación y nutrición a la piel. Además, favorece la retención de agua en la dermis, evitando la pérdida de humedad y la sequedad cutánea.
Contribuye a eliminar las células muertas y las impurezas que se acumulan en la superficie de la piel, lo que mejora su textura y suavidad. También ayuda a reducir las manchas, las rojeces y las imperfecciones, dando lugar a una piel más homogénea y radiante.
Estimula la producción de colágeno y elastina, las fibras responsables de la firmeza y la elasticidad de la piel. Así, se previene y se corrige la flacidez, las arrugas y las líneas de expresión, que son consecuencia de la pérdida de estas fibras. Además, el oxígeno tiene un efecto antioxidante, que protege a la piel del daño causado por los radicales libres, que son moléculas que aceleran el envejecimiento celular
Tiene un efecto antibacteriano y antiinflamatorio, que ayuda a controlar la producción de sebo y a eliminar las bacterias que causan el acné. De esta forma, se evita la obstrucción de los poros, se reduce el tamaño de los mismos y se previenen las infecciones, los granos y los puntos negros.
Existen diferentes formas de oxigenar la piel, desde hábitos cotidianos hasta tratamientos profesionales. Vamos a ver algunas recomendaciones para mejorar la oxigenación de la piel:
La alimentación influye en la salud y la belleza de la piel, por lo que es importante consumir alimentos ricos en oxígeno, como las frutas, las verduras o las legumbres. También se deben evitar los alimentos procesados, fritos, azucarados o con grasas saturadas, que dificultan la oxigenación de la piel y favorecen el envejecimiento.
El agua es fundamental para mantener la hidratación y la elasticidad de la piel, así como para facilitar la eliminación de toxinas y residuos. Se recomienda beber entre 1,5 y 2 litros de agua al día.
El ejercicio físico mejora la circulación sanguínea, lo que permite que el oxígeno llegue mejor a las células de la piel. Además, libera endorfinas, que son hormonas que reducen el estrés y mejoran el ánimo. Se aconseja practicar ejercicio moderado al menos tres veces por semana, durante unos 30 minutos.
Estos hábitos perjudican la oxigenación de la piel, ya que reducen el flujo sanguíneo, aumentan la producción de radicales libres y alteran el equilibrio hormonal. Por eso, se debe dejar de fumar, limitar el consumo de alcohol y buscar formas de relajarse y desconectar, como la meditación, el yoga o la lectura.
La limpieza e hidratación de la piel son pasos imprescindibles para mantenerla sana y bonita. Se debe limpiar la piel por la mañana y por la noche, con productos adecuados al tipo de piel, para eliminar el maquillaje, el sudor, la suciedad y las células muertas. Después, se debe aplicar una crema hidratante según el tipo de piel, que aporte agua y nutrientes a la dermis y la proteja de las agresiones externas. También es recomendable exfoliar la piel una vez por semana, para favorecer la renovación celular y la oxigenación de la piel. Y no olvides la protección solar a diario.
Existen productos cosméticos que contienen oxígeno puro o activo, que se puede aplicar sobre la piel para mejorar su aspecto y su salud. Estos productos suelen presentarse en forma de mascarillas o serums, que se dejan actuar sobre la piel durante unos minutos y luego se retiran con agua o con un algodón. Estos productos aportan oxígeno a la piel, la hidratan, la nutren y la rejuvenecen.
En caso de tratamientos en clínica, se lleva a cabo un diagnóstico 3D previo donde un médico estético especializado valora las necesidades de la piel de cada paciente de forma individualizada pautando el mejor tratamiento según el caso. Veamos algunos de los tratamientos médico-estéticos en clínica que ayudan a oxigenar la piel:
El drenaje Arome Activo que tenemos en CM Rusiñol es un tratamiento estético que combina el drenaje linfático manual con aceites esenciales, para mejorar la circulación, la oxigenación y la eliminación de toxinas de la piel. Tras un diagnóstico previo por parte de un médico-estético, se pauta un tratamiento facial personalizado donde combinamos los aceites esenciales y principios activos individualizados según cada paciente. Y con ello, conseguimos:
A través de la carboxiterapia facial se infiltra CO2 bajo la piel, lo que tiene varios beneficios. Por un lado, el CO2 estimula la microcirculación, lo que hace que la piel reciba más agua y nutrientes. Por otro lado, el CO2 provoca una vasodilatación arterial, lo que aumenta el nivel de oxígeno en la zona tratada. A este fenómeno se le llama “Efecto Borh”.
Cuando se dilata la microcirculación, se abren los capilares arteriales de forma que la sangre oxigenada llega a la zona y compensa el exceso de CO2. El oxígeno potencia el funcionamiento de las células de la piel, lo que produce diferentes efectos según el tejido y la profundidad a la que se aplique la carboxiterapia.
Estos tratamientos los podemos combinar con cualquier otro tratamiento médico-estético facial dentro de nuestro Programa CMR Full Face, donde estudiamos de forma integral todas las necesidades y resultados buscados por el paciente. Mediante nuestro diagnóstico clínico a través de Skin Analyser el médico estético especializado estudia las características de la piel para crear un protocolo personalizado.
En Centro Médico Rusiñol, clínica de medicina estética en Madrid, te ofrecemos una atención personalizada y unos resultados naturales y duraderos. Contamos con las últimas tecnologías y los productos más innovadores para cuidar de tu piel y de tu salud. No lo dudes más y pide tu cita hoy mismo. ¡Te esperamos!
