Vistabel y Bótox son el mismo producto (Toxina Botulínica A) utilizado para la eliminación de arrugas. Pero veamos a continuación realmente en qué se diferencian.
VISTABEL® es una marca de neurotoxina, al igual que BOTOX®, registrada de Allergan Inc. Aunque la palabra bótox se ha convertido en una palabra genérica asociada a muchos tratamientos de medicina estética, realmente hay 3 marcas de neurotoxinas disponibles ampliamente en medicina estética. Cada marca puede tener diferentes aprobaciones de uso.
Allergan fue pionero en el desarrollo de la toxina botulínica tipo A para uso cosmético. En marzo de 2006 se introdujo en el mercado médico-estético la primera toxina botulínica VISTABEL® (con licencia para líneas glabelares graves). Sin embargo, la marca BOTOX ya había sido aprobada durante muchos años en los EE. UU., antes de ser aprobada en los demás países.
El vistabel tiene una acción local sobre el músculo que ocasiona la arruga de gesticulación. De esta forma se disminuye la capacidad de contracción de forma que relaja el músculo permitiendo que las arrugas desaparezcan.
Es un tratamiento muy utilizado en medicina estética donde es necesario una aplicación controlada y mesurada para conseguir un efecto natural y una movilidad gestual correcta. Este protocolo es muy recomendado para la arrugas en la frente, labios y algunas líneas de expresión.
VISTABEL® es el mismo producto que BOTOX © que se usó sin licencia durante muchos años para tratar líneas y arrugas faciales.
VISTABEL® se proporcionó en viales de 50 unidades y BOTOX® se proporcionó en viales de 100 unidades en el momento del lanzamiento.
En 2012, VISTABEL fue rebautizado como BOTOX® en un vial de 50 unidades.
Sin embargo, en España el que está aprobado para uso estético es Vistabel.
En abril de 2002 fue aprobado su uso cosmético por la Administración de Alimentos y Fármacos (FDA) de Estados Unidos, aunque a finales de los años 80 ya había empezado a utilizarse por oftalmólogos para tratar diversas dolencias como el estrabismo.
En España fue aprobada por el Ministerio de Sanidad en 2004 y nuestra legislación obliga a ser expedido a médicos con una titulación específica.
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